Add parallel Print Page Options

»Teniendo todavía un hijo suyo amado, por último, también lo envió a ellos diciendo: “Tendrán respeto a mi hijo”. Pero aquellos labradores dijeron entre sí: “Este es el heredero. Vengan, matémosle, y la heredad será nuestra”. Y lo prendieron, lo mataron y lo echaron fuera de la viña.

Read full chapter